Daniel Osorio Soto, a través de su proyecto social, busca impactar comunidades utilizando el juego con propósito como herramienta. Nuestra institución educativa arquidiocesana beneficiada fue la Escuela Popular Eucarística San Ángela, en la cual los estudiantes construyeron con piezas de LEGO más que figuras, construyeron habilidades para la vida.

Nuestros estudiantes, tuvieron la oportunidad de desarrollar su creatividad, pensamiento crítico, liderazgo, comunicación, empatía, resolución de conflictos y trabajo en equipo. Porque, como lo indica Daniel, el creador de esta iniciativa: jugar también es aprender, crecer y transformar.

Gracias a Daniel Osorio Soto y a su equipo, por confiar en nuestro proyecto educativo y por permitirnos vivir una experiencia maravillosa en torno al juego y al aprendizaje.